domingo, 4 de diciembre de 2016

Manual básico (básico, básico) de supervivencia en Baires.

Llegó la hora de partir. Probablemente tus padres se oponen (si es que aún vives con ellos) en el mejor de los casos, te apoyan, tus amigos se preguntan ¿Por qué? y tal vez, ni siquiera tú tienes las cosas muy claras, solo sabes que quieres salir de donde estás y si eso significa moverse geográficamente pues, ¡vamos!

Cruzar la cordillera siempre parece una buena opción (sobre todo si vives en Chile. Vamos, solo es cruzar un macizo de tierra, nieve, bosques, etc) y Argentina suele recibir con los brazos abiertos a los miles de chilenos que todos los años buscan en este generoso país, nuevas oportunidades ya sea a nivel académico, laboral, amoroso, etc. Pero hay un par de cosas básicas que deben saber si es su primera vez en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA para los amigos) y si vienes del sur (o de una ciudad pequeña, como es mi caso) así que aquí les dejo un par de tips, escritos desde lo más sincero de mi corazón y con toda la buena onda del mundo. Comencemos.

1.- Cuando llegue a Buenos Aires, NO SE ASUSTE. La ciudad grita, ruge, salta, convulsiona, se acelera y al fin explota en atardeceres hermosos. Aquí la gente es muy apasionada (y no, no hablo solo del amor y/o desempeño en la cama) es apasionada de verdad; hablan fuerte, comen rico y andan rápido. Cuando algo no les parece, lo hacen saber rapidamente. Con una descripción así, cualquiera creería que los argentinos son unos energúmenos, pero no. No sé si fue mi suerte, pero me tocó conocer gente muy gente ¿Se entiende? son amables con los extranjeros y/o turistas, distantes pero amables. Así que antes de desmayarse por el ritmo de la ciudad de la furia, dese un tiempo, respire y camine.

2.- Mientras camine, busque un kiosko y compre una SUBE (tarjeta que cumple la misma función de la Bip! Santiaguina) aquí vale aclarar dos cosas: Los kioskos acá son lo que en Chile llamamos minimarket jaja y con la SUBE usted podrá andar en tren, metro (Subte) o Bondi (lo que sería una micro para nosotros, también conocidos como colectivos) el pasaje de Subte, actualmente está a 7,50 AR$ (lo que serían unos $336 CLP) mientras que el pasaje de colectivo está a 6,25 (lo básico, depende igual de donde vayas) lo que equivale a $250 chilenos (una ganga) (aún así, antes estaba más barato. Puto Macri) Siempre conviene comprar una bici. La mayor parte de capital tiene ciclovías (en buen estado) ESO SI, según mi experiencia de peatón, los argentinos son pésimos conductores (no respetan semáforos, pasos peatonales, no señalizan, etc) así que USTED DEBE ANDAR CON 6 OJOS cuando ande por aquí, para que no lo atropellen y vuelva repatriado a Chilito.

3.- La comida en Argentina se mantiene relativamente barata. La pizza crece en los árboles, igual que las empanadas y todos los productos que involucran harina y hacen engordar. Por el barrio San Telmo (que es por donde vivo y es un barrio turístico y bohemio) hay lugares con muy buenas promociones de pizza y birra. Si quiere pizza al por mayor, busque una Fábrica de Pizza, donde si no me equivoco, las venden a $30 ($1.260 pesos chilenos) también tiene lugares como Ugis, donde las pizzas están a $65. Punto aparte de la comida, NO SE ILUSIONE. Sé que para los chilenos, $65 es un moco, pero acá eso es bastante ($2700 para ser exacto) así que cuide su economía y haga siempre la conversión a pesos chilenos para no dejarse deslumbrar. Para ahorrar (sobre todo si se viene a vivir a Capital) le recomiendo que vaya a comprar legumbres, arroz y cosas de comida a Liniers, algo así como una feria gigante donde venden de todo al por mayor y muy barato.

4.- Si no sabe como llegar a Liniers, descargue en su smartphone la aplicación "BA como llego" esta maravilla de la tecnología le explica con manzanitas como llegar a los lugares a los que quiere ir. Aparte de darle un mapa de la ruta, le da una lista con los colectivos que puede tomar o con la línea de subte que necesita usar. Fantástico. Hablando de cosas random que le facilitarán la vida, busque un supermercado "Día" y pida una tarjeta "Día" con esta preciosidad usted accede a descuentos en todos los pinshes supermercados "Día" y eso, es un alivio para el bolsillo (Dios, ya estoy hablando como madre)

Continuará....









lunes, 3 de octubre de 2016

A punto de los 26

Me acabo de sentar a la orilla de mi cama y caí en un estado de profunda reflexión. Todo este tiempo (especialmente estos últimos meses) me he comportado de una manera especialmente complaciente. Lamento decir que no me he complacido, sino que me he dedico a complacer a otras personas.

¿Cómo?

Me he dedicado a hacer todo lo que dicen que haga, me he comportado exactamente de la forma que esperen que me comporte y muy contrario a mi estilo, les he dado la razón en todo. Pero ahora, sentado a la orilla de mi cama le pongo un punto final a esta situación. Basta de complacer a otros, basta de llenar sus expectativas, basta de agradar a cuando gil se me ponga por delante. Estoy a un día de cumplir 26 años, he sobrevivido a dos amenazas de muerte, a un abuso sexual, dos depresiones, accidentes bastante feos, he superado mi miedo a las alturas, llevo 7 meses viviendo lejos de mi tierra, he sufrido penas de amor hasta porque si y no voy a permitirme sostener esta puta situación ni un día más.

A usted que dijo que yo canto mal, le digo que canto mucho mejor de lo que usted cree. Incluso canto mejor que usted.
Al que me dijo que no sirvo para el teatro, mireme, llevo 7 meses estudiando teatro y mi talento sigue creciendo.
A la mujercita que dijo que bailo mal, siéntese y véame mover las caderas al son de la canción que sea.
A los que aseguran que escribo mal, que mis poemas son chabacanos y que son cualquier cosa menos arte, les dedico mis versos, la canción de mi alma y la amargura de mis entrañas. Pueden comer hasta hartarse y reventar.

Me volteo contra el mundo y les digo que no pienso hacerme el simpático con quien me caiga mal, no voy a disimular mi mal carácter y si algo me desagrada, gritaré con fuerza. Si algo me agrada amaré con fuerza. Si algo me desanima, seguiré adelante, con fuerza, fuerza, fuerza. Voy dejando los 25 y los 26 caen sobre mi con violencia y desde ahora, las cosas van a cambiar.

sábado, 9 de julio de 2016

El invisible amor de mi vida

El universo quiere que me enfoque de manera real (muy real y sincera) en lo que vine a hacer aquí, es por esto que hace como un mes que estoy sin audífonos para escuchar música. Al principio me costó aceptar esta situación, hace como siete años que vengo caminando por las calles del lugar donde me encuentre, con una banda sonora que me haga mover las caderas al desplazarme entre la gente pero ahora eso se acabó.

Mis audífonos desaparecieron y no sé donde están.

El hecho de carecer de buena música para caminar por las calles de Buenos Aires, me ha obligado a pensar, meditar, filosofar mientras camino, sigo moviendo las caderas al caminar, sigo creyéndome modelo pero ahora, soy como una modelo pensante (ups, ¿Prejuicios? ¿Dónde?) y el otro día, mientras pasaba al lado de un policía groseramente guapo (si, hasta los policías son guapos acá) me pregunté

¿Y si él fuera el amor de mi vida?

Luego, pasé al lado de otro tipo demasiado guapo para este mundo y me pregunté lo mismo

¿Y si él fuera el amor de mi vida?

Lo que me llevó a pensar ¿Cuántas veces al día uno se cruza con su potencial "Amor de mi vida"? ¿Cuántos "Amor de mi vida" están permitidos por persona? es decir, si ya lo encontré y no lo identifiqué ¿Ya valí verga? ¿Estoy destinada a ser la tía soltera (y alcohólica) de la familia? Iba tan concentrado pensando en esto, que sin darme cuenta choqué de frente con un tipo que no era tan fatalmente e inmoralmente lindo como los dos anteriores pero que me regaló una sonrisa de esas que detienen el tránsito y hacen que el sol de avergüence. Le sonreí de vuelta y seguí mi camino, cuando las preguntas llegaban de nuevo.

¿Y si el amor de mi vida no es tan guapo como yo espero que sea, pero es una persona realmente bella de corazón? ¿Tendré la sensibilidad para identificarlo y corresponder/jugarmela por su amor? Para este punto de la caminata me sentía más soltera que de costumbre y además de todo, me sentí desafiado. Nací en octubre, soy libra, estoy regido por Venus y solo quien esté regido por Venus sabrá cuánta atención le ponemos nosotros a la belleza física.
Doblé en la esquina para meterme al Subte y me desesperé un poco. A lo largo de los años he rechazado a varios chicos que, según yo, no eran guapos para elegir a chicos guapos que han resultado ser unos verdaderos idiotas (no todos, pero si tuve una racha de malas elecciones) Es más, tiendo a disculpar actitudes realmente feas en estas personas solo porque son lindos de apariencia.

Crucé el molinete del Subte comprendiendo porque mi vida sentimental suele ser un desastre y noté que Buenos Aires me está dando una gran lección; aquí soy prácticamente invisible, tan invisible como son para mi, los chicos que no son tan obviamente guapos.

domingo, 5 de junio de 2016

Quiero, espero, anhelo, deseo

Tengo el corazón inquieto y no sabía si escribir esto acá o en mi blog de poesía, pero ya que estamos acá, veamos que sale de todo esto.

De fondo, música emotiva (Ljósio) (Canción que, por cierto, me "dedicó" un tipo del que me enamoré hasta las patas) afuera, el cielo de Buenos Aires parece percibir lo raro que me siento y por ratos sale el sol, llueve, corre viento, las nubes danzan y yo doy vueltas en mi cama; una lágrima me baila en los ojos y no sé si es esa típica lagrimilla de sueño y cansancio o es la evidencia inequívoca de que tengo pena y no puedo seguir disimulándolo.

Quisiera, con tantas fuerzas, dejar de ser yo, dejar de ser blando, dejar de derrochar amor. Dejar de abrir las puertas de mi corazón así, sin más y dejar que pase cualquiera. Quisiera dejar de sabotearme las emociones. No quiero ser tan intenso, no quiero ser tan pasional.

Mentira, Si quiero. Lo disfruto.

Lo que quiero es alguien que pueda corresponderme; un hombre lo suficientemente valiente para navegar en mis tormentas y mañas. Un héroe que amanezca sobre mi cada mañana y me haga saber que no importa nada, nada, nada, porque estamos juntos. Que no importa si el cielo está gris, rosado, rojo furia o negro atroz, su mano siempre estará sobre la mía, temblorosa, graciosa, vacilante, vigorosa.

Quiero un amor tremendo, quiero un amor grande entre lo pequeño y pequeño ante lo infinito, un amor que junte la poesía y la vida al enfrentarse con la muerte. Un amor que me permita sacarle las tristezas, un amor que deje aflorar al idolatra que llevo dentro.

Quiero, espero, anhelo, deseo.

Lo deseo todo de él. Todo lo que haga y lo que deje a medio camino. Todo lo que no quiera hacer y todo lo que pueda hacer, también lo quiero. Quiero sus enfermedades y sus demonios, quiero sus días brillantes y sus primaveras. Tardes de verano y noches en vela, ¡todo eso cabe en mi corazón!
Deseo besar sus dudas, sus temblores, sus malestares, sus piernas, sus pies, sus ojos y adormecerlo sobre mi regazo para despertarlo flotando en un océano de cosas que él no entiende y cosas que yo tampoco entiendo.

Anhelo la locura que resbala de sus ojos, mis entrañas tiemblan de lujuria, esperando el día en que rodemos juntos por campos celestes y verdes, blasfemando nuestros cuerpos, blasfemando el que dirán, blasfemando sus amigos, mis amigos, nuestro pasado, todo, todo junto con hereje alevosía.

Buenos Aires me hace poeta, Buenos Aires me hace escribir, Buenos Aires me hace preguntarle al viento ¿dónde está este hombre? No dejo de darle play a la canción antes mencionada. Ya no doy vueltas en mi cama. Tengo frío y eso me recuerda su no presencia. Suspiro y siento el corazón hecho ave. Ya puede volar.

viernes, 27 de mayo de 2016

Precioso el cabro: La frase rompe heterosexuales.

Debo reconocer que en este momento de mi vida, estoy medio picado (enojado, molesto) con los heterosexuales. No con las mujeres heterosexuales, ellas son nobles y talentosas (como Michael Jackson) mi pica es con el hombre heterosexual (o que se cree heterosexual... que se shó).

Hoy fui a un bar que era maravilloso; buena música, buen ambiente, mesas de pool y mesas de ping - pong. El paraíso en pleno Buenos Aires. Luego de jugar ping - pong por un momento, me dediqué a ver como jugaban otras personas y ahí justo frente a mi un hombre de unos veinte y tantos jugando con una muchacha que evidentemente no sabía jugar. Era gracioso ver la cara de paciencia monástica que tenía el pobre hombre y lo encantadora que podía llegar a ser esa pobre chica que, de verdad, no sabía jugar.
Pasados unos minutos, el tipo volteó a verme y su postura cambio; su cuello se tensó, se pasó la mano por el pelo (gesto que denota nerviosismo) y miró a su compañera con cara de "ayuda, un tipo me mira" siguió jugando y volteó a verme en repetidas ocasiones. Para ser sincero, el nivel de alcohol que tenía en la sangre hizo que demorara en darme cuenta que el tipo se sentía incómodo por mi mirada. Cuando sumé dos más dos, disimuladamente (y como la mujer seria y recatada que soy) dirigí mi mirada a otra mesa donde jugaba gente menos pasada de rollo.

Heterosexuales culiaos. ¿Quién les dijo que son los reyes de la fiesta?

Me impresiona lo egocéntrico que pueden llegar a ser algunos hombres heterosexuales; reconozco que continuamente, nosotros los homosensuales, cometemos el error de fijarnos en ellos, pero creo que se debe a que nos gusta aquello que no podemos alcanzar. Parece ser que con el paso de los años, esto ha hecho que ellos construyan una imagen distorcionada de si mismos y han llegado a creerse el hoyo del queque. Si señores, el hoyo del queque.

Porque yo, que llevo dentro de mi cuerpo caribeño una mujer católica, rubia, heterosexual y de derecha, digo continuamente una frase que, creo, hace entrar en conflicto a varios hombres y que es una burla a mi mujer interna, que en realidad, no es tan interna porque en Chile está plagado de estás viejas conchas de su madre. La frase en cuestión es "Precioso el cabro!": frase aplicable a cualquier cosa/persona/momento/dinosaurio que nos parezca digno de reconocimiento. Repetir esta frase unas cien veces al día, me ha mostrado los confundibles y susceptibles que son estos... huevones.




Amigo heterosexual: No es que usté (si usté, sin D y con tilde en la E) sea un cabro, mucho menos es que usté sea precioso, es simplemente que lo que usté hace y/o dice, merece reconocimiento. Deje de pasarse rollos! usté no es tan lindo como cree... probablemente el único ser que lo encuentra lindo a usté, en este mundo quiltro y mala onda, es su mamá! así que si usté me oye (o lee) decir esa frase, no ose subirse a la nube del ego, tampoco crea que me gusta y tampoco crea que tengo otras intenciones con usté. No por ser gay voy a estar automáticamente enamorado de usté. Tengo mejores cosas en que perder el tiempo ¿sabe?

(Al terminar esta columna, sigo medio ebrio, sigo picao y sigo con ganas de golpear heterosexuales. Además, siento que soy la hija perdida de la Botota y pienso también, que debo dejar de imitarla por muy graciosa que sea la hueona. He dicho) 

jueves, 19 de mayo de 2016

Mi vida en Argentina: Introducción.

Me vine a vivir a Buenos Aires. No porque tenga mucha plata o porque quiera conocer el mundo antes de casarme. Vine a estudiar teatro y todo este tiempo ha sido bastante extraño, más allá de que estudiar teatro sea bastante extraño en si (he pasado los últimos dos meses de mi vida siendo colores/pinturas/música/etc.) sino porque he visto cosas de mi que no conocía y me he desecho de un par de cosas que no me gustaban.

Así de simple, así de rápido.

Es que estar lejos de mi hogar (geográficamente hablando) de mi tierra, de mi gente, de todo, ha hecho que también tome distancia emocional de un montón de cosas que me parecían atroces, gigantes, interminables y abominables. Pude cortar con relaciones tóxicas, la distancia ha sido un bello colador por el que he visto pasar todas las personas que no aportan; solo quedan los que aman, los que extrañan, los que bancan (como decimos acá en la Argentina ¿viste?) y que periódicamente se dedican a escribir por lo menos un saludo (un mínimo "hola, espero que estés bien" que automáticamente me hace sonreír).

Estar lejos me ha hecho apreciar a mis padres, perdonarlos, pedirles perdón y darles las gracias por todo lo que me han dado, desde las cosas materiales hasta el carácter que me hicieron formar.

Todos deberían salir de su tierra. Si, dije "todos deberían" como una gran obligación que los llevará a encontrarse con una libertad maravillosa señores.

Vivir en Argentina es un arte; los primeros días acá me parecieron atroces. La gente hablaba fuerte, la ciudad corría, los días pasaban y yo me sentía arrastrado por todo. Tenía muchos prejuicios (positivos y negativos) con la gente de este país y poco a poco he ido confirmando unos y desechando otros, pero la ciudad de la furia ha comprobado que soy uno de sus hijos y ya me está mostrando su linda y amplia sonrisa. La gente ya no me parece tan salvaje y la ciudad ya no corre, ahora camina a mi lado enseñándome algunos de sus secretos y guiñándome un ojo en medio del otoño porteño.

Me he enamorado 24.500-03 veces caminando por las calles de Buenos Aires y así mismo me he desengañado. He aprendido que mejor que ser regio estupendo, es tener una sonrisa sincera e ideas en la cabeza para compartir y que así, poquito a poco los argentinos te abren el corazón. He confirmado que los chilenos hablamos un idioma distinto al resto de latinoamérica, porque puedo ir echando chuchás al aire en medio del subte y nadie se horroriza por lo soez de mi vocabulario (¿Cómo te quedó el ojo con esa última frase?)

Extraño mi ciudad y su simpleza, pero amo Buenos Aires y su locura. El tango parece saltar por las calles, el teatro y el circo se mezclan y te elevan, tu espíritu crece y se alimenta y el corazón late más rápido cada vez que recuerdas que estás aquí. Siempre hay algo nuevo para ver, siempre hay un dato histórico que aprender, siempre hay un chamullero que despachar y siempre hay una sonrisa para regalar, provocando sorpresa y admiración.

Creo que poco a poco iré escribiendo de las cosas que he descubierto por acá. Cambio y fuera ;)